No es tristeza: para nada:
es impotencia.
Impotencia por no poder hacer nada;
impotencia por no querer hacer nada,
Impotencia por no esperar...
Esperar...!
¿Esperar qué? ¿Esperar a quién?
¿Esperar para qué?
Hay certeza,
certeza de haber encontrado un ser maravilloso,
un complemento energético,
un bello y diferente sentimiento que llegó a destiempo.
Y no estoy triste:
estoy feliz, estoy plena por haber vivido,
por haber sentido lo que aún en mis recuerdos siento;
por haber vivido aunque fuera un momento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario