Luis dudaba, normal por su experiencia, su existencia se movía en aferrarse a ese amor con tantos sueños, y tantos años, que aunque negaba, reconocía desgastado.
Sentía miedo, no entendía el cosquilleo que le movía tantos sentimientos.
No estaba ciego, le tenía miedo a un mundo de conocimiento que lo catapultaría a los cielos.
Se quedó quieto, hasta que el amor se congeló por falta de intento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario