miércoles, 23 de mayo de 2012

Camila estaba fría, 
no podía creer lo que estaba escuchando,
lo que imaginaba de Felipe
se había desmoronado.

Cuelga el teléfono y revisa el correo,
un ángel se había ido al cielo.
Por mas que lo intentó,
no pudo evitar,
una lágrima por su mejilla corría 

Pero en ese momento en el que el tiempo se detenía,
recordó a una buena amiga.
Hoy ya empaca maletas a iniciar una nueva vida.
Nuevas ofertas la hacen tocar las nubes,
Una nueva ciudad la recibe
Y la lágrima ya es para Felipe.

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