miércoles, 31 de octubre de 2012

Daniel sentía que lo más duro de darle fin a su historia
era el pánico que sentía de volver a experimentar, 
no ver el final feliz del cuento.


Pero al pasar de los días,
 luego de un nuevo encuentro,
se dio cuenta que eso que en algún momento le dio miedo,
al pasar del tiempo,
se iba convirtiendo en un nuevo sueño.

Esa mujer que le robaba suspiros y  
le hacía sentir frío en el estómago, 
hoy se convertía en un bonito recuerdo
que pronto se lo llevará el viento.

Y ese miedo a un nuevo inicio, 
era hoy el motor de sus nuevos sueños.
El pedestal cambiaba de lugar,
y los humanos defectos 
encontraban su puesto.


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