Daniela estaba sentada en el baño de esa estación de tren.
Tiquete comprado, lista para iniciar una nueva vida.
Sin embargo una lágrima corría por su mejilla
En sus manos una prueba de embarazo,
y en ella dos rayitas.
Ya todo estaba hablado,
hacía dos meses habían terminado,
a el no le gustaban los niños y no quería compromisos,
para ella, era un nuevo comienzo lleno de retos,
y sabía que sola tenía que llenarse de fuerzas
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