Un frasco de pastillas vacío estaba a su lado
ella respiraba lento, estaba a punto de quedarse dormida
No tenía miedo, su corazón latía despacio
y sus últimos alientos se acompañaban de un solo recuerdo:
el recuerdo de ese hombre que prometió apoyarla
y que por confiar, hoy el desespero y el hambre
la llevaron a agonizar
Tanto lo pidió
hasta que con un último escrito
lo pudo contar,
porque ella quería que el remordimiento
no lo dejara olvidar
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