miércoles, 31 de julio de 2013

La excusa fue un café

Fue un café la excusa
para conocer tu hermosa sonrisa,
esa luz que te ilumina,
y tu carácter arrollador.

No se si notaste que te miraba,
o más bien te admiraba, 
y cada que sonreías,
mis suspiros se escapaban.

Ese encuentro me transportó en el tiempo,
me sentí una niña que no sabía temer.

Pero también hice un esfuerzo,
por hacer de ese encuentro,
un encuentro casual, simple y natural.

Pero al despedirme llegó ese abrazo,
ese dulce abrazo
del que no me quería separar.

No, no fue un sueño,
quisiera que fuera un sueño,
y no dejarme ilusionar.

Hoy tengo claro el imposible,
pero no te dejo de pensar



No hay comentarios:

Publicar un comentario