Cuestionamientos

De la humanidad no entiendo muchas cosas, entre otras no entiendo mucho qué venimos a hacer aquí. Siempre he pensado que venimos a aprender a Ser Humanos, pero las personas somos tan poco humanas en nuestras acciones que me decepciona la vida. Deberíamos ser animales, solo se atacan por supervivencia, no por placer.

Voy a cumplir 41 años y aún no logro entender cómo alguien puede premeditadamente pensar en cómo hacerle daño a otro que no le ha hecho nada, y menos a quién le tiende la mano. No puedo entender por qué nos cuesta tanto asumir responsabilidad de nuestros actos y por qué escondernos después de hacer el daño. Y no solo esconderse, hay quienes por ocultar sus actos siguen atropellando.

Tal vez soy muy soñadora, y a pesar de tantas cosas y experiencias, sigo creyendo que hay gente buena. La gente niega a sus hijos, engaña a sus parejas, miente todo el tiempo y al parecer es lo correcto. Siento que estoy en el mundo equivocado, pues aunque cada vez me siento más sola en mi pensamiento, sigo creyendo que ayudar es lo correcto.

Defender nuestros pensamientos nos aísla, más cuando ponemos espejos. Tal vez no soy de este mundo, tal vez la ilusión se agota, tal vez si nací para vivir sola. No sé. ¿Dónde hay alguien en que uno pueda confiar y que quiera soñar?

Decimos que los buenos somos más. Por qué entonces cada que abro las puertas de la confianza llegan y me despedazan. Cada experiencia es un aprendizaje, y cómo tal lo tomo, pero la vida es como las llamadas extorsivas, uno sabe que le están mintiendo pero algo no deja detenerse y permite seguir cayendo.

Y en mí, ese algo es mi esencia, no soy capaz de quedarme quieta si puedo colaborar. Siempre he dicho que a este mundo vinimos a ayudarnos, pero muchos se quedaron en el yo y jamás llegaron al nosotros. No sabemos conjugar muchos verbos.

Hoy quisiera dormir y no despertar, no saber más de tanto mal. Dios, protege y bendice a mi hijo, es un buen hombrecito. Que la sociedad no lo corrompa. Siento que se me acaban las fuerzas, no quiero caminar más