Manuela aun tenía muchas fuerzas
a pesar de su insomnio.
Fue una noche larga en que luchaba
por volver a sentir los labios de Miguel.
Miguel estaba aturdido,
aun no entendía lo que había sucedido,
sin embargo solo quería estar entre los brazos de Manuela.
Y fueron esos abrazos, acompañados de esos besos,
los que hicieron olvidar el cansancio a Manuela
El mismo que pocas horas después
la sumergirían en un largo sueño
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