Hoy estoy tan lejos, y te siento; es como si nada hubiese cambiado; te huelo, te oigo, te veo.
En cualquier momento cruzas esta puerta, encendemos la chimenea de esta habitación, evitando que entre el frío,
y juntos nos daremos abrigo.
Es tu computador el que me espía;
es el mismo que te tiene aquí viéndome disfrutar, mirando cómo juego, cómo soy una niña con un juguete nuevo.
Me estás mirando y sonríes, y me pides que muestre las fotos que tomamos en la última salida…
¡Que bonito!: no hay dolor, sólo hay amor.
Hay amor, si hay amor en nuestros corazones.
Yo me pregunto
¡por qué, por qué… por quién!
2006
No hay comentarios:
Publicar un comentario