domingo, 30 de octubre de 2011

AQUÍ ESTOY


¿Por qué duele despedirse?
¿Por qué me duele dejarte ir?
¿Por qué es a ti a quien quiero?

Aún te huelo;
aún recorro cada milímetro de tu cuerpo;
aún te llevo muy adentro.

Véte, pero véte no de cuerpo:
véte de mi sentimiento.

¿Sí me quisiste?
¿Cómo me quisiste?
Quiero gritar...
quiero expulsar estas sensaciones, estas dudas, estos momentos.
Siquiera  que te fuiste:

Quiero un amor,
un amor que me cuide, que me quiera, que me luche.
¿Por qué no fuiste ese amor?
¿Sabes?
Siempre te sentí especial.
Desde el primer día mi cuerpo, mi alma, mi boca, te sintieron diferente.
Te sentí complemento, aunque suene a cuento, te sentí desde adentro.

Se sentía amor, no sé por qué, pero en el ambiente había amor.
Así me decías, y lo peor de todo es que así lo sentía.

Tu mirada cuando me cantabas.
Esa mirada... ese brillo...
Lo vi yo, y lo vieron otros, pero… ¿donde quedó?

¿Por qué me duele si era tan claro,
si ya lo había asumido, ya me había despedido y ya me había acostumbrado?

No hay comentarios:

Publicar un comentario