Luisa estaba cumpliendo años,
y acababa de recibir una gran sorpresa de su novio Sebastián.
Una sorpresa enorme de chocolate.
Sebastián se había esmerado en hacer de ese día especial,
pero fue esa torta de chocolate la prueba reina.
Luisa trató de ocultar su tristeza.
Mientras veía las velas encendidas,
en vez de pensar en deseos, se daba cuenta
que a pesar del tiempo juntos ella seguía sola.
Y entendió por qué cuando lo necesitó no lo encontró.
Luisa y Sebastián casi cumplían un año juntos
y a pesar de haber compartido tantas cosas,
Sebastián no se había dado cuenta
que cada que a Luisa le regalaban un chocolate
era el él quien se lo comía.
Era su cumpleaños, y aun no sabía que Luisa odiaba el chocolate.
Ese día Luisa entendió lo que antes no pudo
y en muchos casos la entristeció.
Sebastián nunca pensó en ella,
siempre pensó en él cuando se trataba de pareja
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