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En nuestro país oír la
expresión “reclutamiento de niños, niñas y adolescentes”, es muy común en los
medios de comunicación, pero a pesar de ello, no somos realmente conscientes de
las implicaciones que esto tiene para nuestra sociedad.
Es posible que si vivimos en
la ciudad, asociemos esta situación al conflicto armado en los campos de
nuestro país y pensemos que sea un tema de guerrillas que para la mayoría es
ajena en su cotidianidad.
Pero realmente el
reclutamiento de NNA es una práctica más común de lo que creemos en las grandes
ciudades, y no es un problema tan ajeno a nuestro entorno, pues en muchos casos
desconocemos esa práctica como problemática, bien sea porque no nos toca en la
familia o porque no vemos la situación como una problemática.
En las grandes ciudades los
NNA son reclutados para trabajar, asignándoles responsabilidades a los menores
para el sustento del hogar, otros son reclutados como campaneros o mensajeros
transportando drogas, armas y otros elementos. También son reclutados y
ofrecidos para ser explotados sexualmente en diferentes modalidades. Y aunque
este panorama despierta mis más grandes preocupaciones, muchos de estos menores
y de sus familiares, ven estas circunstancias como algo normal, cotidiano y por
lo mismo, no se reconoce como algo malo.
En estas circunstancias no
solo se están violando los derechos humanos, también el derecho internacional
humanitario, afectando en las raíces no solo a unas personitas y a sus
familias, se está violentando toda una sociedad, pues así nos quejemos de la
inseguridad en las ciudades, no reconocemos que en estamos apropiándonos de
unas prácticas que se están volviendo culturales, y sin duda repercuten en la
violencia e inseguridad de las ciudades.
El Protocolo I del DIH expresa
que las partes en un conflicto siempre deben establecer una distinción entre
los civiles y los combatientes, pero esto no está sucediendo en las guerras
internas que viven los barrios de nuestro país.
Basados en el DIH, existen
medidas especiales para la protección de las mujeres y los niños,
desafortunadamente es muy complejo proteger a los menores del reclutamiento,
porque incluso en muchos casos son los mismos padres los que los ofrecen, pues
son su “comodín de ingresos”.
Las Naciones Unidas son las
principales abanderadas en el mundo, por propender por el respeto de los
derechos humanos en todo momento y lugar. Sin embargo el conflicto interno de
Colombia es tal vez uno de los más complejos en el mundo, por contar con una
gran cantidad de grupos armados e intereses económicos y políticos asociados a
los mismos, haciendo que se den casos como la ciudad Medellín, donde se pueden
contar más de 400 grupos armados, que no solo se pelean los territorios, sino
los menores que les gusta reclutar, por contar con fachadas frente a las
autoridades, o por las ganancias que estos representan en sus negocios oscuros,
que corrompen la sociedad.
“La Declaración sobre la
protección de la mujer y el niño en estados de emergencia o de conflicto armado
fue proclamada por la Asamblea General en 1974. La Declaración afirma que se
considerarán actos criminales todas las formas de represión y los tratos
crueles e inhumanos de las mujeres y los niños, incluidos la reclusión, la
tortura, las ejecuciones, las detenciones en masa, los castigos colectivos, la
destrucción de viviendas y el desalojo forzoso, que cometan los beligerantes en
el curso de operaciones militares o en territorios ocupados”. (Amnistía
Internacional). Sin embargo el conflicto colombiano no expone dos bandos, hoy
cuenta con una presencia en una cantidad de “micro conflictos”, donde la guerra
es entre grupos armados y grupos armados contra el estado, lo que dificulta
hacer seguimiento y hacer cumplir los derechos de los NNA que se ven inmersos
en estas guerras citadinas.
En este ensayo quiero resaltar
5 artículos de la declaración universal de los derechos humanos, los cuales
deben ser eje transversal de los planes de desarrollo de nuestras ciudades, con
el fin de permear desde las diferentes secretarías, las prácticas cotidianas de
los barrios de las ciudades, sin importar su tamaño:
Artículo 3:
Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la
seguridad de su persona.
Artículo 4:
Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre; la esclavitud
y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas
Artículo 5:
Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles
inhumanos o degradantes.
Artículo 13:
1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su
residencia en el territorio de un Estado
Artículo
20: 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de
asociación pacíficas. 2. Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación.
Y para
concluir, si quiero expresar mi inquietud por encontrar una fórmula que le
permita a la sociedad actual generar conciencia, y entender que el
reclutamiento de NNA no solo afecta emocional, psicológica y económicamente a
estos menores, sino a toda una sociedad de la que hacemos parte. Lo que nos
hace corresponsables, y además de entender la magnitud de esta problemática,
nos invita a actuar para transformar la sociedad.
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