miércoles, 21 de septiembre de 2016

Una nueva oportunidad para acompañar a Manolo

En el año 200 llegó a mi vida Manolo. Sin duda la luz de mis ojos.

Cada momento de su vida lo he disfrutado al máximo. Aun hoy, en su adolescencia cuando el cree que yo no quiero verlo feliz con su equipo, disfruto sus proyecto, cada foto que toma, y amo verlo alegre.

No puedo negar que me canso de oir todo el tiempo cantos de barras, y en ocasiones no logro seguirle elmonotemático tema del fútbol, pues yo lo disfruto ver, pero no soy una fan como el.

Y aun así, amo cada cosa que el hace y cada cosa que lo hace feliz.

Hoy, nuevamente la vida me lo pone en riesgo de salud, y el mundo se me vino encima. Siempre he dicho que sin el no soy capaz de vivir, pues verlo feliz es lo único que logra mantenerme en pie en un mundo egoísta y complejo como en el que vivo.

No le tengo miedo a la soledad, pues sola siempre he estado, pero no tenerlo cerca para apoyarlo si le perdería el sentido a mi vida. 

No se que tiene este año, que me quiere enseñar, pero tocármelo dos veces tan seguidas sin duda me tienen con el corazón arrugado.

Nuevamente le doy gracias a Dios y a la vida, que a pesar de las circunstancias me ha permitido llegar a encontrar ayuda médica justo en el momento clave para que hoy esté aquí a mi lado, en su cama hospitalaria, dándome lora y amenazándome que el fin de semana estará en el estadio.

Si algo he hecho bien en mi vida, es dedicarle mi amor a un jovencito que es un hombre sano, inteligente y alegre. Quien estoy segura sabrá entregarle a este mundo cosas buenas, por su sensibilidad y compromiso social.

De Manolo aprendo todos los días, me reta como mamá e incluso como mujer. Se que aunque mi destino es terminar mis días sola, donde quiera que el esté en este planeta, siempre llenará de alegría mi alma con sus proyectos, sueños y cuentos. 

Manolo, te amo sobre todas las cosas. Eres mi luz

GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS




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