domingo, 14 de mayo de 2017

Día de la madre sin hijo

Mi Manolo,
Mi hijo hermoso, el amor de mi vida.
Aun no entiendo que pasa por tu cabecita que te aleja tanto de mi.

Mi hijo, pero también mi amigo y compañero de aventuras. No hay un sueño que me hayas contado por el cual no haya trabajado por apoyarte.
No hay una aventura que no haya querido vivir contigo.
No hay un solo día que no extrañe tu sonrisa, tus sarcasmos, tus opiniones.

Manolo, mi orgullo. Aun con su terquedad, tus opiniones siempre han sido importantes, tus deseos han sido los míos.

Son muchas las historias, son muchos los momentos que me han hecho una madre feliz.


Sigo sin entender qué pasó. Tratando de entender esta situación he pasado de la rabia a la tristeza, de la incertidumbre a la certeza, de la tranquilidad a la más profunda tristeza.

No soy la madre perfecta, pero quien lo es. Pero si soy una madre que de corazón se entrega. Aun apoyarte en tu alejamnieto insensato, el cual podría ser acompañado, es tal vez la forma de apoyarte más dolorosa que he vivido. Pero así tu lo has decidido.

Donde esté, es tu hogar,
Donde quiera que estés, aqui puedes volver.
Donde quieras ir, si lo deseas, te acompañaré
Donde quieras buscarme, yo te ayudaré


Extraño oír tu voz diciéndome linda, antes de mencionar cualquier cosa.
Extraño tu sonrisa, tus cánticos por ese equipo que te apasiona.
Extraño verte dormir a mi lado y pedirme calor cinco minutos antes de salir para el colegio.
Extraño tus historias
Extraño que me pongas tareas
Extraño oírte opinar de política
Extraño acompañarte a tus partidos, tanto de balonmano (aunque ya no lo practiques) así como llevarte a cualquier pueblo por ver a tu equipo) o recorreme la ciudad para que te tomes una foto con algún jugador.
Extraño, extraño, extraño sentir tu respirar

Manolo, eres mi vida. Recuerda siempre que te amo, te amo, te amo.
Para ti, siempre estaré 

















No hay comentarios:

Publicar un comentario